1000 PIEZAS
ORIHUELA
2023
︎ ABEZ
Basada en los intereses que sostienen al estudio, la reforma de este local comercial como nuevo espacio de trabajo, habla de la reinterpretación de los elementos comúnmente empleados para la construcción inmobiliaria, práctica que ha definido en gran medida la imagen del paisaje levantino.
En este caso, se explora individualmente elementos asociados tradicionalmente con “la clásica promoción de vivienda” como son el pavés, el monocapa blanco, el mármol, el gresite de las piscinas, y el enlucido interior. Estos elementos, aplicados de una manera más reflexiva, consiguen crear un espacio que no solo valora lo local si no que, al mismo tiempo, es capaz de transmitir una sensación de comodidad y bienestar.
El espacio original presentaba una geometría rectangular con una sala abierta como espacio principal y una pequeña zona en la parte trasera que recogía el almacén y un pequeño aseo. Respetando la amplitud y la altura del espacio principal e introduciendo una pieza que acogiera una zona más reservada, se establece un equilibrio entre una escala imponente y una más humana. El pilar circular en el centro del espacio actúa como elemento guía, permitiendo una circulación orgánica a su alrededor.
Con el fin de potenciar la relación entre el interior y el exterior sin comprometer la iluminación ni la intimidad, se optó por usar un recurso que, tradicionalmente en las viviendas separaba e iluminaba estancias: el pavés.
Este elemento repetido 1.000 veces, crea una piel traslúcida que proyecta luces, sombras y formas difusas en un envoltorio que, además, trabaja como colchón térmico y acústico para el espacio de trabajo. Del mismo modo, se tuerce ligeramente la entrada para establecer así un pequeño umbral que brinda visuales indirectas entre el interior y el exterior.
Este elemento repetido 1.000 veces, crea una piel traslúcida que proyecta luces, sombras y formas difusas en un envoltorio que, además, trabaja como colchón térmico y acústico para el espacio de trabajo. Del mismo modo, se tuerce ligeramente la entrada para establecer así un pequeño umbral que brinda visuales indirectas entre el interior y el exterior.
El espacio interior se percibe como un espacio diáfano y muy luminoso, donde se esculpen formas geométricas que delimitan las distintas zonas. Una mesa de un azul pálido contrasta con el azul vibrante del sillón de la entrada. Una sugerente curva conduce a la sala de reuniones, a través de dos arcos que dan paso a un espacio más acogedor, más íntimo, más cálido, iluminado por una entrada de luz triangular.
